Mitos sobre el aumento de pecho
Cada vez son más las mujeres que se atreven a lucir el escote que siempre quisieron gracias a la cirugía. De hecho, en España, el aumento de pecho ya se ha convertido en la operación estética más demandada. Este relanzamiento de la cirugía mamaria ha ido acompañado de pasos agigantados en tecnología y calidades, así como en técnicas y en tendencias médicas. La receta entre calidad, precio y profesionalidad ha llevado a que las mujeres hagan por fin realidad el pecho deseado.
Hace años, se demandaba un aumento de pecho exagerado, que ahora mismo ya no se ven estéticos. Cada vez más, las mujeres buscan prótesis que ofrezcan un resultado natural, equilibrado, armónico y elegante. Sin embargo, dentro de las dudas que puedan surgir acerca de una intervención de este tipo circulan aún un gran número de mitos y leyendas urbanas. Te desvelamos la verdad sobre operarse el pecho:
Mito 1: “Se me quedará el pecho redondo, artificial, duro y muy estático”.
Esto es completamente falso. Aún usando las prótesis redondas, que dan un efecto más pronunciado en el escote, el pecho no queda artificial. Normalmente, los cirujanos colocan la prótesis por debajo del músculo, lo que hace que los implantes se adapten al cuerpo y a la fisionomía del paciente. Por otro lado, si lo que buscas es un pecho estético pero discreto, las prótesis anatómicas o con forma de lágrima obedecen a la forma original de la mama y dan un resultado natural al pecho operado.
Que tras una cirugía de aumento de pecho, las prótesis queden duras al tacto o estáticas al movimiento no es habitual, pero puede ocurrir por encapsulamiento del implante. Las prótesis que se utilizan actualmente, además de tener tres capas para evitar la rotura, tienen un acabado rugoso que previene lacontracturacapsular. Además, se recomienda masajear el pecho tras la intervención, colocar la prótesis tras el músculo pectoral y en caso de que esto ocurra a largo plazo, se puede solucionar sin recurrir a la cirugía con la combinación de medicación con antibióticos (prescrita por el cirujano plástico), masajes de movilización y los ultrasonidos.
Mito 2: “Se me quedará una cicatriz horrible de por vida”
Uno de los mitos falsos. La cicatriz existirá, no existen los milagros en este sentido, pero será casi imperceptible. La incisión areolar, que supone un corte por la mitad de la areola, es la mejor técnica para tener una cicatriz invisible ya que el cambio de pigmentación de la zona oculta cualquier marca derivada de la intervención. Del mismo modo, existen otros tipos de incisión que igualmente esconden la cicatriz de la cirugía, como la incisión axilar o submamaria.
Mito 3. “El postoperatorio es largo y no podré llevar vida normal en meses”
Falso. A pesar de que el postoperatorio puede ser doloroso, no lo es más que otra intervención invasiva. A los pocos días se podrá reanudar las actividades habituales sin problema. No obstante, hay que tener ciertos cuidados. Se recomienda el uso de un sujetador deportivo que aporte firmeza al seno durante las primeras semanas, evitar el deporte por el primer mes y tomar el sol con precaución para evitar al máximo posible que se note la cicatriz.
Mito 4. “Las prótesis deben reemplazarse cada diez años”
Esto ya no es así. Hace años se utilizaban otros materiales que sí que requerían un reemplazo del implante a los diez años, con las que se utilizan actualmente no. Las prótesis mamarias son para toda la vida y no tendrán que retirarse por mucho tiempo que pase.
Mito 5. “No podrá amamantar a mi bebé después de un aumento mamario”
Esto no es cierto, por supuesto que se puede amamantar tras un aumento de pecho. La prótesis no afecta en absoluto a la glándula mamaria y por lo tanto la lactancia se realizará igual que en una persona no operada. Sólo puede verse alterada la lactancia en casos de actuación quirúrgica sobre la glándula mamaria modificando su forma o composición (mamas tuberosas o cuando se acompañe de una mastopexia).
Mito 6. “Las mujeres de más de 50 no pueden operarse”
A partir de los 18 años cualquier mujer que lo desee puede operarse, independientemente de la edad. Las candidatas perfectas para un aumento de pecho son las mujeres entre 20 y 30 años, pero esto no implica que siendo mayor de 30 no se pueda operar. Cualquier edad es factible para una intervención de aumento de pecho, el único condicionante en este sentido es la salud de la paciente. Del mismo modo, no importa si se ha tenido hijos o no, si ha amamantado o no, cualquier mujer puede someterse a una cirugía mamaria con total seguridad.
Mito 7. “Los cambios de presión pueden producir la rotura de la prótesis”
Los implantes que se utilizan hoy en día están compuestos de gel cohesivo de silicona, un material similar al tacto a la mama natural y que no genera ningún riesgo para la paciente. La triple capa de la prótesis hace que una rotura de la cápsula sea prácticamente imposible, pero en el caso de que esto ocurriera no habría peligro para la salud. Para mayor confianza, los implantes están garantizados por un año y en el caso de algún problema con la prótesis sería detectado y solventado de forma gratuita. Hace años, con las antiguas prótesis de capa más delgada y rellenas de suero salino, la rotura era más fácil. Incluso se solía decir que podían romperse con los cambios de presión de un avión. Esta teoría es más una leyenda urbana que realidad, incluso antiguamente. Actualmente, el nivel de rotura de la prótesis es algo que ha sido solventado con la tecnología y el estudio, a pesar de que los mitos permanezcan.